domingo, 6 de diciembre de 2020

El alma se muda.

Así es.
Despejas cajones mientras nada la nostalgia 
eliges de la colección aquel reloj 
ese que detiene para siempre el júbilo. 
Miras la piel de esas manos que acumulan tela usada 
recordando el tiempo en que eran tersas, suaves.
Desvistes tu cuerpo doce veces 
y doce veces cambia tu estado 
ahora eres todo menos aquello
y te presentas a ti misma 
sin velos, con dureza 
eso que sólo queda.
En el aire respiras tus raíces
tus estrellas de antaño, tus puentes...
El todo está frente a ti
mientras tropiezas con ojos lentos 
que no se atreven a mirarse 
Las pupilas han quedado estáticas
Todo huele a infancia y rezos 
el esfuerzo por recordar su voz agota las reservas  
El juego termina en bolsas de plástico 
el intelecto borra la emoción sin remedio
la mente pesa.
El colchón soporta el tiempo en tres esquinas 
todo enhebra vacío
los hilos duelen. 
Los recuerdos borrados guardan risas 
las puertas que no estaban se cierran
El desayuno se enfría 
llegamos tarde. 

Mónika Cazorla 


MUJERES QUE CORREN CON LOBOS... Y VICEVERSA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario